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¡¿QUÉ HACER EN HUARAZ Y CÓMO?!


Huaraz es una ciudad en Ancash. Está a 3052 msnm y es un sitio en el que recomiendo estar por lo menos una semana, sobre todo si quieren hacer caminatas en el área. Necesitarán dos o tres día para aclimatarze sin hacer actividades demandantes y el resto para aventurarse en la bella naturaleza. En la búsqueda de atracciones (amo la montaña y hacer hikings) encontré una pequeña compañía local que ofrece tours a muy buen precio (se darán cuenta que Perú es increíblemente barato, por lo menos mucho más accesible que Costa Rica) y para algunas actividades, se necesita guía.
Los contacté para podet personalizar el tour ya que ofrecían también transporte y hospedaje. Aunque estoy acostumbrada a hacer todo por mi cuenta, la verdad es que el combo era una muy buena oferta. La compañía se llama Enrique Expedition Tours y les puedo asegurar que Don Enrique es

excelene, su familia maravilosa (son los responsables de preparar desayunos y limpieza) y el servicio al cliente es excepcional. Y si se lo preguntan, no, nadie me ha pagado para recomendarlos, realmente tuve tan buena experiencia que en el 2017, decidí volver y contratar de nuevo sus servicios para subir a la Laguna 69.
Viajamos con la compañía Cruz del Sur en medio de la noche, rodeados de caminos semidesérticos y naturaleza cambiante. Estaba super frío y llegamos con el amanecer. Al inicio, podrán sentirse cansados, agitados, con náuseas, dolor de cabeza o molestias pero no se asusten, esto es perfectamente normal. El cuerpo no está acostumbrado a la altura (recuerden que a más altura, menor cantidad de oxígeno) así que respondemos con estos síntomas que decrecen con los días.
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Lo que pueden hacer para sentirse mejor es tomar acetaminofén, tomar mucho té de coca, masticar sus hojas (hay por todo lado y en los aeropuertos los dan gratuitas), no hacer esfuerzos, respirar profundo, pueden conseguir unas pastillas contra el mal de altura en cualquier farmacia que se llaman Soroche Pills.
Si no siguen recomendaciones, sus cuerpos pueden caer en una crisis y en situaciones extremas, desarrollar severas complicaciones. Yo, por ejemplo, no me aclimaté como debía y me fui directo a acampar en medio de la nada a 3850 msnm, hice una caminata de horas que requería mucho esfuerzo físico y mi cuerpo colapsó, no podía caminar, mi cabeza iba a reventar del dolor, la vista se me nubló y estaba a hora y media del campamento donde podía recibir ayuda. Además de eso, nuestro guía se había adelantado para hacernos cena y estaba oscureciendo rápidamente (les cuento más adelante qué pasó). Como ven, no debe de ser tomado a la ligera y para disfrutar el viaje, es mejor prevenir estas cosas.

LAGUNAS DE LLANGANUCO



Están localizadas en el Parque Nacional Huascarán (16 picos nevados están por encima de los 6000 msnm y es perfecto para quienes gusten escalar o hacer hiking) Pueden encontrar mas información del parque nacional aquí . No puedo describirles en palabras lo que sentí cuando miré por primera vez esta belleza de paisaje.

La laguna de Llanganuco está compuesta por dos lagos: Oroconcha y Chinacocha. Pueden observar varios picos nevados alrededor y el agua es cristalina, con un increíble color azul y vistas que quitan el aliento. Es aire puro y la naturaleza más imponente que nunca. ¿Para qué describirlo?

GLACIAR PASTORURI




Había soñado con visitar un glaciar desde que tengo memoria. Costa Rica no tiene picos tan altos como Perú así que ni la nieve ni el frío intenso forman parte de nuestro día a día. Fue mucho más emocionante sentir que estaba por experimentar algo único.
Pastoruri está a 5240 msnm y aunque es un lugar precioso, está en retroceso por el calentamiento global. Había leído sobre esto y sentía con mucho más razón, la necesidad de poder admirarlo antes de su total desaparición (se pronostica que en 10-20 años si esto sigue como va, ya no existirá). Es una lástima que la contaminación y el ser humano estemos creando este caos en los ecosistemas y las pruebas están ante nuestros ojos.

Para llegar al glaciar hay que caminar pero si sienten que no pueden porque están agitados hay servicio de transporte con caballos con un costo adicional. No hay nada cómo sentir el viento soplar lentamente por el rostro, la presión gradual en los pulmones que obligan a admirar el paisaje de cerca, el aire seco y el frío que hacen que uno tiemble.
Llegar a la cima es retador y mi primer pensamiento cuando lo conseguí fue: ¡Pastoruri es asombroso!

YUNGAI



Yungai es una ciudad que desapareción en el año de 1970 después de un terremoto. Un aluvión que se generó del Huascarán enterró a la población con lodo, hielo y piedras. Solo sobrevivieron quienes lograron subir al cementerio que estaba ubicado en área más alta.

Hoy hay un cementerio que puede ser visitado, se puede observar parte de una catedral vieja, palmeras y objetos que debido a la erosión están comenzando a salir del piso. Está prohibido excavar. El sitio emana una energía especial y es un tributo a las almas que perecieron, por eso es un camposanto.

LAGUNA 69



Me contaron una vez sobre el extraordinario color y la vista hermosa de los picos nevados cercanos a esta laguna. Nunca imaginé que llegar fuera tan agotador y satisfactorio al mismo tiempo. Para ir a la Laguna, necesitan estar bien aclimatizados ya que está a 4600 msnm y requiere un esfuerzo físico considerable. Es una caminata de 6 a 8 horas de ida y otras 6 u 8 horas de vuelta así que lo mejor es salir bien temprano.

Decidimos dormir frente a la Laguna Llanganuco donde hay un área de camping establecida. Don Enrique preparó todo lo que necesitábamos: un guía que también era cocinero (hay ciertas comidas que son más aconsejables ingerir cuando se está en sitios altos), equipo de camping, entre otros.

Caminamos lentamente alrededor del Parque Nacional Huascarán durante la tarde, respirando aire puro, descansando cerca del lago. Sentía una leve presión en mi cabeza y un poco de dolor pero decidí ignorarlo. El atardecer llegó y nos sentamos a disfrutar los sonidos de la naturaleza en una completa oscuridad, sin internet, electricidad o celulares. Nos desintoxicamos de la sociedad hablando alrededor de la fogata, riéndonos de historias y viendo pares de ojos brillar en la penubra: habían zorros a nuestro alrededor.
El camping tenía baños disponibles pero irónicamente los cerraban en la noche. El guía nos enseñó el baño que podíamos usar: una letrina ubicada a 100 mts de nuestra tienda con pequeños arbustos alrededor. No la vimos hasta que no estuvimos a la par y honestamente nunca me había sentido tan expuesta al ambiente, estaba asustada de que un animal apareciera de la nada y me mordiera el trasero. Son de esos miedo citadinos sin sentido. ¿Qué puedo decir? Una vulnerabilidad extraña donde los pensamientos vuelan con los insectos del lugar.
Cuando regresamos a nuestro campsite, observamos las estrellas en un delicioso silencio, solo interrumpido por el canto y los movimientos de animales. Fue irreal ver el cielo pintado de luces: un mapa de constelaciones que descubrimos lentamente. El paisaje abrumador nos mantuvo en una cápsula de exquisita intimidad.
Finalmente, la fatiga nos dominó y me desperte dos horas más tarde con un dolor de cabeza insoportable y penetrante. El frío era ridículamente intenso y descubrimos que las bolsas de dormir que traíamos no eran las apropiadas para ese clima. Tomé te de coca, mastiqué hojas, ingerí una acetaminofén y me cubrí con dos abrigos más para tratar de descansar.
A las 6:00 a.m. estábamos listos para partir, desayunamos y estábamos motivados. Empezamos con mucha energía aunque todavía sentía dolor. Caminamos desapacio y muy pronto, otros visitantes se nos adelantaron. No voy a mentirles: si no están en excelente condición física, una buena aclimatación y buen descanso, van a tener una experiencia difícil.
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Dos horas más tarde, sentía que no podía moverme más pero el deseo y el paisaje increible me forzaron a hacerlo. Hacíamos pausas de vez en cuando pero los síntomas empeoraban. No me importaba, estaba determinada a llegar: vimos vacas en el camino, picos nevados tan imponentes como nunca y el sol acariciaban nuestra piel.
Comimos un snack en frente de una pequeña laguna. Mis pies dolían y mis músculos estaban tan cansados que no tengo idea de cómo logré continuar. Masqué hojas de coca durante todo el camino con la esperanza de que la presión en mi cabeza disminuyera pero no lo hizo.
No voy a mentirles: gran parte del camino es en cuesta y de nuevo, se requiere buen esfuerzo físico aunque algunas personas en Huaraz lo vean como una caminata moderada ( no quiere imaginarme qué es difícil para ellos). Este es el asunto: franceses, españoles, chilenos y algunos extranjeros de países que tienen picos altos, que tienen inviernos con nieve y que han hecho caminatas en estas condiciones anteriormente, pueden percibir lo mismo que los peruanos. Ticos y centroamericanos en generales, que venimos de zonas tropicales donde 15 C grados es megafrío, requerimos de una preparación distinta. Si estás planeando visitar la Laguna 69, empieza a entrenar.
Después de 8 horas, haciendo pausas de vez en cuando, lo conseguimos. Estaba impactada por la vista y después de unos cuantos minutos caí al piso: el dolor era insoportable y aumentaba a cada segundo. Me dormí un rato y desperté con esa presión en el cerebro, sintiéndome exhausta, deshidratada y con náuseas. Las personas alrededor estaban comiendo, disfrutando pero no me sentía bien. Sin embargo, utilicé la última reserva de energía que me quedaba para levantarme, poner una sonrisa en mi rostro y tomar unas fotografías como recuerdo de que realmente estuve ahí.

Después de un rato, supimos que debíamos comenzar el descenso porque no podía continuar así. Además, íbamos más lentos que antes y no podíamos arriesgarnos a llegar a la zona de camping después del atardecer. Las náuseas incrementaban y no podía ver bien, los pulmones dolían del esfuerzo.
Después de otras 5 horas, nuestro guía se adelantó para hacernos cena inmediatamente y un buen té. Mi novio accedió porque dijo recordar el camino de vuelta. Una hora después, nos dimos cuenta que estábamos perdidos y mis piernas dejaron de responder bien. Empecé a llorar, no podía pensar con claridad, el dolor era tan fuerte que no podía abrir los ojos y no pude moverme más. Luis me motivaba a seguir hasta que finalmente, nos encontramos a la orilla de un camino y colapsé. Caí al piso sentada, incapaz de moverme más o hablar, no sabíamos qué hacer hasta que un bus turístico pasó a la par nuestra y nos llevó a la zona de camping que se encontraba a unos metros de donde estábamos.
Cuando llegamos y me bajé del bus, caí de nuevo en el piso, exhausta, con ese dolor penetrante que no me dejaba pensar, me tomé el té de coca que me dieron y nos bajaron inmediatamente al centro de Huaraz, de vuelta al hostel donde poco a poco, los síntomas del mal de altura disminuyeron considerablemente. Fuimos afortunados.
No es broma, si insisto tanto en aclimatización apropiada (no un díaa sino 3 o 4) es porque ya he vivido las consecuencias de la imprudencia. Así que les aseguro, el esfuerzo vale la pena pero eviten cometer algo tan estúpido o no van a disfrutarlo.
Criss
Criss
Photographer, aspiring film maker, dreamer, in love with the world!! Everything you want is on the other side of fear!!